domingo, 14 de febrero de 2010
Cuando cae la noche, mi oído se predispone a escuchar tu voz, y el mismo silencio parece enmudecerse, y la lluvia deja de caer.
El suave aullido de los lobos es lo único que oigo, el crujir de la hierba bajo mis pies, el ritmo estático de mi alma y tu voz, querido, no quiere aparecer.
Y sigo esperando, abrazada y cobijada por los árboles del bosque, mecida por la Luna que cae sobre mi piel, extrañando cada aliento de tu boca, deseando tus labios que saben a miel.
Cuando al fin mis dedos te toquen, me aferraré a tu voz, te entregaré mi alma y mi corazón, para que palpiten juntos entre tu pecho, y creen juntos una armonía de percusión.
Enséñame a esperarte, querido, sálvame de enloquecer, cura estas heridas de mi cuerpo famélico, estréchame en tus brazos y bésame otra vez. Ven conmigo a este bosque de invierno siniestro, escucha conmigo el aullido de los lobos que componen coros de leyendas y fé, acaricia despacio mi soledad asustada y déjame la ambrosía de tu sangre beber.
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es sobre crepusculo??? xDDD
ResponderEliminarte ha salido muy bien^^
un beso!
WOW! WOW! WOW! y requeteWOW!
ResponderEliminarEn serio, no sé cómo escribes tan genialmente genial.
Ven conmigo a este bosque de invierno siniestro, escucha conmigo el aullido de los lobos que componen coros de leyendas y fé, acaricia despacio mi soledad asustada y déjame la ambrosía de tu sangre beber.
Esta parte... buff... genial.
¡Un besazo!
¡Gracias a las dos! ;)
ResponderEliminarLiz, no, no es inspirado en crepúsculo... aunque, pensándolo bien, se puede entender de esa forma jaja.
Smily, gracias! Tus comments siempre me sacan sonrisas ;)